"El
ayer es una advertencia, el hoy es una oportunidad y el mañana es una
ilusión" Dicho Sufí
Hace mucho tiempo un rey tuvo un hijo y,
como herencia, le regaló un gran cofre lleno de monedas de oro que sin embargo
también contenía una advertencia: - ¡No
malgastes este tesoro porque no podré darte ni una sola moneda más! -
Así, el muchacho fue creciendo y gastando sus monedas, al principio con mesura,
pero después sin precaución. Poco a poco fue desperdiciando todas sus riquezas
acumulando cosas banales, comprando palacios cada vez más grandes, carruajes
cada vez más lujosos, ropa cada vez más cara y creándose una imagen social
acorde a las modas de la sociedad, hasta que, al cabo de un tiempo, miró dentro
del cofre y se dio cuenta de que apenas le quedaban ya algunas pocas monedas.
Entonces, muy preocupado, fue a ver a su padre, pero éste le recordó su
advertencia. - ¡No podía darle más! -
Llorando, el joven se dio cuenta de que había malgastado todo su tesoro en sí
mismo, pero en cambio no había invertido nada en ayudar a los demás, en aliviar
el dolor de los necesitados ni en remediar el sufrimiento de sus semejantes.
Pronto las monedas se acabaron y el joven murió, porque el tesoro que se le
había concedido realmente no eran monedas de oro, sino algo más valioso... el
tiempo. Un tiempo que, como él, nosotros tampoco valoramos y por tanto
malgastamos en toda clase de distracciones hasta que nos damos cuenta de que
cada vez nos quedan menos monedas dentro del cofre de nuestros días y, de la
misma manera que le sucedió al joven, quizás entonces ya sea demasiado tarde.
"Paseando
por Konya, por el Jardín de los Espíritus, entre las tumbas de los antiguos
derviches que están enterrados junto a su maestro, escuché el ulular del viento
trayéndome un mensaje, me dijo: - ¡No pierdas el tiempo!" 99 Cuentos y Enseñanzas Sufíes