"Un anciano indio, queriendo enseñar a sus nietos, les dijo: - Hay una batalla teniendo lugar en mi interior. Es una pelea terrible entre dos lobos. Un lobo representa el miedo, el odio, la ira, la envidia, la avaricia, la arrogancia, el resentimiento, la culpa, la auto-compasión, la inferioridad, la mentira y el ego. El otro es la alegría, la paz, el amor, la bondad, la esperanza, la serenidad, la compasión, la generosidad, la amabilidad, la amistad, la humildad y la verdad - Entonces miró a los niños y les dijo: - Esa misma lucha está teniendo lugar también en vuestro interior y en el interior de todos los seres humanos. - Los niños se quedaron un rato pensando y al fin uno preguntó: - ¿Cuál de los dos lobos ganará? - Y el anciano respondió: - El que tú alimentes -” Cuento Cherokee
"El discípulo a su maestro: - Baba, ¿Qué parte del cuerpo es más importante? – A lo que el maestro respondió: ¡El corazón, hijo mío! Éste es el Templo del Señor en nuestro interior. Cuando Dios baja del cielo, se sienta en él. En el corazón, además, viven todos nuestros seres queridos, pasados, presentes y futuros. Los que ya se han ido todavía permanecen en él, los que están, están, y los que han de venir tienen su lugar preparado aquí. ¡Fíjate qué importante es tenerlo siempre limpio y adecentado! Del corazón sale además todo lo bueno y lo malo de la gente. Si tu corazón está sano, todo tu cuerpo lo estará." La Taberna del Derviche
“Hace algún tiempo, un
sultán, conociendo que en su comarca se reunía un gran maestro sufí con sus
discípulos, le envió un mensajero rogando que le confiara a alguno de sus hijos
para instruir a su pueblo, pues en verdad estaban necesitados de
orientación. Apiadándose de ellos, el sabio llamó a tres de sus discípulos para
hacer una selección y le preguntó al primero: - Hijo mío, si alguien se
comporta bondadosamente contigo ¿cómo le responderías? – Oh maestro, sin duda
yo me comportaría bondadosamente con él - ¡Muy bien! Sin embargo, ¿qué harías
si alguien se comportara mal contigo? – Oh maestro, le pagaría con la misma
moneda, pues esto sería lo más justo – El sabio lo despidió y llamó al segundo
discípulo, haciéndole la misma pregunta y recibiendo idéntica respuesta.
Después llamó al tercero y le dijo: - Hijo mío, si alguien se comporta
bondadosamente contigo ¿cómo le responderías? – Oh maestro, sin duda me comportaría
bondadosamente con él - ¡Muy bien! Sin embargo, ¿qué harías si alguien se
comportara mal contigo? – Igualmente le respondería con bondad – dijo el
muchacho. Gratamente sorprendido, el maestro le preguntó: - ¿Cómo es eso?
¿Acaso no sería justo que tú le devolvieras mal por mal? – Sí, maestro, pero
ése no es el legado de Jesús, hijo de María, y yo no puedo dar algo que no
tengo. Así, él seguiría actuando de forma malvada y yo de forma correcta hasta
que mi comportamiento lograse vencer al suyo – El maestro, muy orgulloso, envió
al sultán al tercer discípulo como verdadero hijo de sus entrañas.” Sheij al
Arabi al Darqawi
Hola Manuel, sigo y seguiré visitando tu espacio, continuaré intentando aprovechar las enseñanzas que pueda extraer de tus relatos y mi corazón no dejará de intentar alimentar al lobo adecuado para encontrar el camino correcto.
ResponderEliminarUn abrazo hermano.